domingo, 5 de julio de 2009

• Capítulo 8; Lo que soy

Su amor crecía día con día, cada vez se hacía más grande & fuerte.
2 meses más tarde, ya se conocían mucho más. Él le hablaba sobre su familia. Se entretenía ayudandole a la anciana del motel donde había estado a su llegada a Irlanda, & donde seguía siendo su 'hogar'. No ganaba mucho, pero le alcanzaba. Él decía que había heredado algo de dinero, lo suficiente para vivir toda su vida. Aún Anne no sabía porqué vivía tan alejado de la ciudad, en aquella pequeña cabaña entre un lago & un río, cerca el lugar donde se habían conocido. Apesar de que no era tan grande, era hermosa, aún más su vista.

Ese atardecer, caminaban juntos cerca de ahí. Bromeaban, ella contaba sus experiencias vergonzosas antes de conocerlo. Entonces, a él, le entró la curiosidad e impulsivamente le cuestionó:
-Anne, ¿Tú me amarías aunque fuera diferente?
-¿Diferente? ¿A qué te refieres?
-No, nada.. -se arrepiente. Pero vuelve a preguntar.
-Anne.. ¿Qué opinas sobre lo que quieren hacerle a los duendes?- dijo curioso.
Ella se sorprendió un poco & le contesto:
-¿Lo de matarlos, algo así? Esos hombrecillos bajos no existen-rió burlona. La cara de Connor se endureció.
-Deberías empezar a creer-serio
La chica, en tono de broma, le agrega:
-¡¿Qué?! ¿Para? ¿Acaso tú eres un duende?-ríe
Connor suspira & aún más tenso, le contesto
-Sí. Dehecho sí- contestó, con cierto grado de amargura, cosa que Anne notó.
-Desde hace mucho deje de creer en cuentos bobos- lo mira fijamente.
La furia de él crecia, pero intentó disminuirla.
-¿Ves este collar?- le enseña aquél brillante collar, que había visto cuando lo conoció. Anne se quedó mirandolo fijamente por unos segundos, era en forma de trébol, con la letra 'C', estaba confundida. Connor lo oculto.
-Eso no prueba nada..-dijo tartamudeando aquélla incredula.
Su 'novio' se impaciento.
-Éste collar hipnotiza a los humanos, mantiene sus miradas dijas en él. Soy un duende, Anne- dijo sincero
-Perdón, pero todo esto suena tan.. ¿estúpido?- dijo sus pensamientos en voz alta
Connor se ofendió un poco, pero se mantuvo.
-Sí, talvez soy un estúpido- puso su mano detrás de la oreja de ella & sacó una planta. Era un trébol de 3 hojas. Ella lo miraba sin dar crédito.
-¿Cómo.. haces.. eso?- dijo dificilmente
-Soy un duende, Anne-
Ella se lleva las manos a su cara, empezando a temblar. Se había enamorado.. de un duende. No suo que hacer, sus lágrimas ya se deslizaban por sus mejillas, dió media vuelta & corrió. Fue su reacción. Connor quizo detenerla, pero estaba ahí, congelado, sin habla. ¿Enserio era tan malo ser un duende, tanto que su país de origen los quiere exterminar, & peor aún, que una chica salga huyendo llena de pánico?
Sin nada más, las lágrimas también querían invadir el rostro de él, pero se resistió.

Ahora, su amor se había ido & no sabía si la volvería a ver.. pero el no la buscaría. No se iba a arriesgar. Prefería perderla así, a arriesgarla. Él, dió la media vuelta & se fue por su lado. Se sentía destrozado, ella también.

Diario, Connor visitaba el lugar donde se habían conocido. Anne estaba confundida, & después se sintió una estúpida.

Después de 6 días de tremenda confesión, Anne puso sus pensamientos en orden. Lo amaba, & MUCHO como para perderlo. Él la había hecho felíz otra vez. Gracias a él, había vuelto a creer, que en algún del mundo hay alguien esperandote para ser solamente uno, para correr juntos de la mano como dos niños felices, enamorados, sin la preocupación de lo que pasará mañana. Así se sentía ella. Él había entrado en su vida como un milagro & no iba a dejarlo ir. Si su vida es junto a él, sería felíz eternamente. Decidió ir a buscarlo. Se puso lo primero que encontró & salió.

martes, 23 de junio de 2009

• Capítulo 7; Metas

Habían pasado casi tres semanas de conocerse.. se divertían bastante juntos.

Aquélla tarde, se encontraban en un picnic, afuera de la casa de Connor. Era un lugar muy bello, a Anne le parecía maravilloso ese lugar, fuera de lo común, sentía pena por aquellos que no exploraban otros lugares en el mundo. Había un lago al lado derecho. No sabía cuál era su nombre, pero tampoco lo preguntaría. La geografía nunca había sido su fuerte. Al otro lado, había un pequeño aroyo cubierto por piedras de diferentes tamaños, que desembocaba en aquél lago.

Ellos estaban sentados en un mantel, con una canasta que traía un par de sandwiches.
-¿Seguro que tu los hiciste?- preguntó Anne, con una sonrisa picarona.
-¡Claro!.. ¿Acaso dudas de mi talento culinario?- dijo Connor, entre risas.
Anne río con él. Ella tenía las piernas extendidas en dirección al lago & él estaba medio recostado. Anne suspiró & miro hacia el frente. Su acompañante, llevandose comida a la boca, rápidamente notó que ella pensaba profundamente.
-¿Qué tanto piensas?- preguntó curioso.
-En nada..-sin apartar la vista del horizonte-, esto es tan hermoso.. parece irreal. Este lugar es tan maravilloso, realmente. Me inspira paz..-suspira- no sé como se llama ese sentimiento, pero es hermoso.
Connor la miraba fijamente & asiente.
-Tienes razón, es por eso que me gusta este lugar. Me siento como si fuera un sol.. que acaba de salir de un eclipse. Realmente llevo años viviendo aquí & nunca me había gustado tanto como ahora-ella lo mira & sonrien-
-¿Sabes? Creo que soy diferente-dijo Anne con una sonrisa-
-Lo eres
-Gracias-sonriendo por el cumplido- pero me refiero a que.. ¿Sabías que tengo 7 cosas que hacer antes de morir? Algunas se han ido descartando con el tiempo, otras han resurgido, & realmente me gustan.
-¿Ah sí? ¿Cuáles son? Claro, si se puede saber..-Anne lo ve con una sonrisa de oreja a oreja, ansiosa.
-Aprender a bailar tap..-Connor la interrumpe-
-¿Tap?- pregunta extrañado.
-Si.. así como.. los duendesitos! O esos típicos bailes irlandeses, me fascinan! Aunque nunca he sido buena para el baile.. -Connor la mira- continúo.. también me gustaría aprender irlandés, no todo si no lo básico. Me gustaría.. conocer a tu familia! -Sonríen-, también.. ir al lago Ness, mi sueño! también.. correr por éstas colinas -las señala-, así cantando & bailando.. suena estúpido.. pero me encantaría -Sonríe de nuevo-, también tocar un arcoiris, aunque resulte casi imposible -haciendo puchero- & la última cosa es.. ver a mi mamá de nuevo.
Ésa ultima declaración de Anne la incomodó un poco.
-¿A tu mamá?-preguntó Connor. Anne asiente. -Osea.. ¿Volver a tu casa?-preguntó, nostalgico. Anne niega con la cabeza- No entiendo..-Ella lo interrumpe-
-Ella.. se fue. Está muerta-los ojos se le llenan de lágrimas & agacha la cabeza-
Connor sin saber que hacer, se dice a sí mismo '¡Quédate callado, no la riegues!', pero ya era tarde.
-Lo siento mucho Anne, yo.. no sabía; de verdad no fue mi intención..-tratando de aclarar las cosas inutilmente-
-Lo sé, Connor. Está bien, no te preocupes, enserio -limpiándose las lágrimas, & antes de que él pudiera decir algo, ella agrega-, ¿Sabes?, aquí es mi hogar. O almenos así lo siento. Hogar no es donde nacemos, si no donde nos sentimos bien.. -con la mirada perdida-
Connor notó el dolor, & se sintió impotente. Lo único que pudo hacer fue, instintivamente, abrazarla, & dejarla que llore en su hombro. Cada vez la sujetaba más fuerte, ya que ella estaba sintiendo dolor de nuevo, extrañaba a su mamá, la necesitaba, pero Connor.. él siempre iba a estar ahí para ella.
-Anne..-le susurraba al oído-, quisiera poderte decir algunas palabras de aliento, pero.. no sé, no me gustan las palabras huecas. Sé que no es mucho, pero espero que mi presencia ayude un poco, no prometo que seas dichosa a mi lado, pero siempre que pueda allí para tí. Trataré de iluminar un poco la oscuridad, darte un poco de felicidad, aunque sé que no será suficiente, comparado con lo felíz que tu me haz hecho en estos días- & dicho estas palabras, ella no pudo más, & estalló. Lloró demasiado & Connor trataba de ser fuerte, aunque no podía evitar amarla.

jueves, 18 de junio de 2009

• Capítulo 6; Reencuentros

Habían pasado tan solo un par de días de haberlo conocido, pero no dejaba de pensar en él. Se despertó por los gritos de, parecían, festejos de los demás hospedados. Gritaban palabras que ella realmente no comprendía, se preguntó el porqué de los gritos. Prendió el televisor, & vió que era un día de celebración nacional.

Se metió a bañar para terminar de despertarse.
Alguien tocó a su puerta, rápidamente se puso una toalla, & abrió. Una ancianita de aspecto agradable estaba al otro lado & le entregó un folleto, empezó a hablar apesar de que Anne no entendiera. Agradeció & cerró la puerta. Lo vió & tenía una banderita irlandesa & para fortuna de ella, había una parte traducida en inglés. Había una fiesta de celebración. Estaba bien por ella, no tenía nada que hacer ese día. Ni el siguiente.. ni el siguiente.. pero en fín. Se terminó de duchar, escojió un fresco vestido color azul turquesa muy formal & se encaminó.

Encontró el lugar facilmente & sin perderse. ¡Gran logro!. Aquél vestido le quedaba muy hermoso, o almenos eso demostraban las miradas de todos los hombres que volteaban a verla, provocando que ella se sonroje. No le gustaba mucho ser el centro de atención, a decir verdad, la incomodaba. Allí había mucha gente. Vió que a lo lejos estaban un par de niños bailando los típicos bailes. Quedó fascinada. Una mano tocó uno de sus hombros & volteó. Sonrió abiertamente. Era Connor. Estaba soprendida & sus muecas lo comprobaban. ¿Cómo había sido posible que la haya encontrado en aquélla ciudad, entre tanta multitud? "Hola" dijeron ambos al mismo tiempo, cosa que los hizo reír juntos.
-Ven conmigo-dijo él. Ella hizo una mueca, lo que hizo reír aun más a Connnor-No te preocupes, Anne, no te voy a secuestrar- sonrieron.

Caminaron rápido, & él dirigía, se alejaban de la ciudad & se adentraban más a las colinas & a lo verde. Recordó ese lugar instantaneamente. Un par de días atrás había estado ahí. Era aún más hermoso de día.

Era completamente verde, un pasto hermoso, inmenso, colinas, todo limpio. Como un sueño del que nunca quería despertar. Lo miró, & enrealidad, no había mucha diferencia entre la bellza de la naturaleza & la de Connor. Él miraba hacia el horizonte, & ella contemplaba su perfil. Le gustaba. Era mejor verlo en la luz. A diferencia de la otra vez, ahora usaba una camisa verde oscuro & unos pantalones.

Cuando Connor sintió la mirada de Anne, la miró, lo que causó que la sangre de Anne corriera hacia sus mejillas & apartara la mirada rápidamente & sonriera, & éstas causaron una grande sensación de ternura en él. Ella era.. tan bella.. ¡Pero sabía que NO era lo correcto! Pero aun así, no podía evitarlo. No quería enamorarse de ella, aunque no era tan fuerte como para resistirlo. Era más fuerte que él, que todo, que la ética, religión, moral. ¿Qué importaba eso?, Un encuentro casual había cambiado su vida, pero él le guardaba un secreto que no debía saber.

Esa sensación de bienestar a lado de ella era mala señal, tal parecía que se estaba enamorando. ¿Debería tomar el riesgo?

Pasaron todo el resto del día conociendose. La pasaban bien juntos, apesar de lo poco que llevaban sabiendo de la existencia del otro. Así pasaron una semana, dos.. & Anne había olvidado lo que había sufrido con Dylan casi un mes atrás.

• Capítulo 5; Volviendo a creer

Se había desmayado. Habían pasado tan solo un par de minutos, cuando recobró la conciencia. Abrió su par de ojos lentamente, pestañeando para aclarar un poco su nublada vista. Aoesar de la oscuridad de la noche, distinguió al ser más hermoso que alguna vez ella había visto. Creyó que había muerto & que él era un ángel; pero se dió cuenta de que vivía al oír el latido de su corazón a mil por hora. Su respiración se hacía aún más agitada. Entonces, la boca de aquél misterioso, pronunció algunas palabras.
-¿Te encuentras bien?
Su voz.. era tan profunda & pacífica. Era como escuchar el canto de unas golondrinas en el crepúsculo. Vió que no traía camisa, & estaba rodeada por sus brazos. Ella se quedó sin habla alguna. No sabía que responder. Le gustó aquél dulce acento irlandés. Recordó haberse desmayado.. ¡Pero qué vergüenza!
En cuanto pudo, respondió:
-¿Quién eres?
Él, con voz dulce & paciente, le contó lo sucedido.
-Estaba apunto de dormir, cuando escuché un grito. Salí cuanto antes, apesar de la lluvia & te ví a tí. Te hable, volteaste, & ¡Pum!. Caíste.
Ella asintió, pero seguía confundida & con dolor de cabeza. Todo le daba vueltas. Ese hombre le hizo varias preguntas mientras la miraba fijamente. Sus ojos & cabello eran oscuros. Largas pestañas.. de esas miradas que intimidaban. Su tez era algo pálida, se comprendia por el clima de aquél país, pero se sentía cálida. No parecía mayor que ella, tampoco muy alto. Quedó fascinada con esos ojos. Lo examinaba con la vista mientras él la ayudaba a levantarse. Vió que de su cuello colgaba un collar.. con un dije brillante, parecía de oro, en forma de trébol. Cuando él se percató de que ella lo veía, la distrajo para que dejara de mirarlo. ¿Qué era? La acción de él la desconcertó un poco. Se ofreció a llevarla donde ella se hospedaba. Ella asintió. Tenía sueño & estaba toda empapada, & él no podía esperarse hasta el siguiente día, la llevaría en ese mismo instante. La encaminó hasta su coche. Usualmente no acpetaba 'favores' de los desconocidos, & mucho menos en un país extranjero en la noche. Pero él.. con él era distinto, le inspiraba confianza, apesar de que era muy desconfiada & apenas habían intercambiado algunas palabras.

Durante el camino, no hablaron. Sólo le dió el nombre del hotel, & ya. Ni siquiera le dió indicación de donde se encontraba. En realidad, eso era mejor, ya que ella no conocía esa ciudad, pero al parecer él sí. Cuando finalmente llegaron, hubieron unas palabras de agradecimiento por parte de ella, que rompieron el silencio. Ambos se miraron, & él le sonrió dulcemente, lo que hizo que ella se estremeciera & le devolvió la sonrisa. Se miraban a los ojos. Seguía oscuro afuera.
-No fue nada..- & reaccionó.
-Ah, claro. Mi nombre es Anne- él le extendió la mano.
-Yo soy Connor, mucho gusto.. Anne
& ella le devolvió el saludo aún mirandolo.
-Supongo que ya me tengo que bajar..-ríe & hace lo dicho-
Él, inconscientemente, no la dejaba de ver. Anne, desde la puerta volteó hacia él & le hizo una señal de despedida con la mano & se perdió entre la oscuridad. Connor, felíz & sin saber realmente porqué, ya que hacía mucho tiempo no se sentía así, arrancó su carro.

sábado, 13 de junio de 2009

• Capítulo 4; Encuentros

Unos rayos de Sol salían de la ventana. Los sintió en su cama. Todavía no amanecía del todo, pero había dormido ya bastante. Habían pasado casi 2 días de la inolvidable traición. Se estiró. Entró al baño a cambiarse de ropa, lavarse los dientes, asearse toda.

Hacía mucho frío. Tenía demasiada hambre, pero era algo difícil en sus gustos de la comida. Buscaría restaurantes de comida americana. Río. Salió del hotel, & anotó el nombre del hotel para no perderse de regreso. ¿Qué haría primero? No sabía a dónde ir, no conocía a nadie por ahí.

Tenía un abrigo, porque realmente estaba helado. También tenía un gorrito, sentía que se veía algo obesa, pero estaba cómoda. Había mucho viento también. Buen día escogió para salir.. pero no tenía nada más que hacer, & un ‘vientecito’ no le iba a arruinar el viaje. Un papel le cayó justamente en la cara. Estaba en inglés & en irlandés. Se sorprendió por la rudeza de las palabras. No entendió mucho por la mala calidad del papel, pero alcanzó a leer que debían aniquilar a todos los duendes del lugar, que los deberían capturar & ofrecerlos. Eso le aterró, pero según ella tenía suerte de no ser un “duende”. Otra vez río de que LOS DUENDES NO EXISTEN. Si existieran, la aterrarían demasiado. Era como las guerras mundiales ese plan de aniquilar a aquellos seres, un exterminio de gente, pero esta vez eran con duendes.

Le pareció un problema “tonto”, puesto a que los duendes no sienten.. ¿o sí?. Trató de leer más, pero no podía. Se sentía perdida en esa ciudad. Era bastante grande, pero las calles se parecían mucho. No sabía a dónde ir, ni que hacer.

Vió una cafetería, o eso parecía & entró. Pidió algo & se entretuvo ahí un largo tiempo. Pensaba sobre las cosas, incluyendo a Dylan & a Alexa. Después, salió.

Camino & caminó. Sin saber cómo, salió de la ciudad. Se le había ido el tiempo demasiado rápido, ya que empezaba a oscurecer. Le sorprendió demasiado que no hubiera sentido el tiempo. Observó su reloj, eran cerca de las 9 de la noche. Curiosamente no tenía hambre apesar de que había comido ya hacía algunas horas atrás, pero sí un fuerte dolor de pies. Era obvio, había caminado kilómetros. Se sentó en una roca que estaba por ahí. No había parado para nada. Tenía sueño, & se encontraba perdida. “Vaya aventura”, dijo para ella misma.

Estaba perdida en medio de ese infinito jardín irlandés. Era hermoso, apesar de la escasa luz que la luna le brindaba, habían algunos árboles, sentía una paz indescriptible, apesar de que sentía algunos mareos por el largo viaje que había hecho algunas horas atrás. Siempre había soñado con un lugar así. Se sentó en el pasto, extendió sus piernas. Movió sus pies & se los veía. Se sentía como una niña. Sonrío, & alcabo de un rato, se levantó, ya que empezaron a oirse unos truenos en el cielo estrellado. Volteó hacia alrededor, entrecerró sus ojos & se dió cuenta de que había estado caminando en círculos. Río de eso. Derrepente, unas pequeñas gotas frías empezaron a caer desde el firmamento; lo que hizo que su piel se erizara. Maldició entre dientes, su ropa se había arruinado. Suspiró & en eso, escuchó una voz detrás de ella. Instintivamente, volteó & apenas distinguió una figura entre la oscuridad, & en un abrir & cerrar de ojos, todo se volvió aún más oscuro.

• Capítulo 3; Arribando al destino

Un movimiento ligero sobre su brazo fue lo que sintió Anne. Abrió los ojos, & vio a una mujer rubia con aspecto europeo. “Llegamos”, dijo aquélla mujer. Vio que estaba amaneciendo allí. Sintió algo de felicidad de estar finalmente en Irlanda.

Pero enseguida se acordó de Ashaali. ¡Dios Mío! Se sentía una tonta por haberse quedado dormida & no haberse despedido de Ashaali. Vio que tenía un papelito en sus piernas, rápidamente lo agarro & lo leyó:

“Anne. No te quería despertar, parecías un angelito. Espero haberte ayudado en algo. Me gusta ayudar. Ojala que sigas todos los consejos que te di. De tu amiga, Ashaali.”

Anne sonrió. Se sentía muy agradecida con ella. En fin, era hora de bajarse del avión. Tomó su bolsa de mano & salió. Tocando tierra irlandesa sintió algo que no había sentido desde hacía bastaaaaante tiempo: PAZ. No sabía el porqué, si todavía no había hecho nada. Tenía miedo, pero prendió su celular. 5 llamadas perdidas: 3 de Dylan, 1 de Alexa & otra de su padre. No pensó en regresarlas, apago el celular de nuevo.

Había escuchado bastante sobre los “Duendes irlandeses”. Le parecía un poco tonto creer en esas cosas, que según ella, eran “cosas de niños”. Muy pronto cambiaría de parecer. Salió del aeropuerto, tomando un taxi. No sabía mucho irlandés. Prácticamente no sabía nada de irlandés, aunque le interesaba saberlo. Pero la parte buena es que dominaba perfectamente el inglés, el idioma universal. Se sentía feliz por estar ahí, aunque estuviera sola. Le hubiera gustado que él “innombrable”, como ella había decidido decirle, estuviera con ella en esta gran aventura.

A ella le gustaba hacer cosas arriesgadas, tener un poco de experiencia en todo. Sabía que debía aprovechar cualquier segundo de la vida. No quería deprimirse por el “innombrable”, pero se le hacía difícil. Realmente lo amaba, pero tal parecía que el no supo ‘amarla’ como ella hubiera querido.

Por la ventana observaba fascinada la ciudad. Mientras más se adentraba a la ciudad, más le encantaba. “Es mejor que como la vi en las fotos”, pensó. Se enamoró completamente del lugar, muchas cosas se le hicieron conocidas, por lo que rápidamente pensó en la reencarnación. Se sintió conectada con esas calles. Presentía que en ese país viviría muchas aventuras. El taxista la dejó en un precioso hotel. No era como los típicos edificios gigantes que existían en América. Era algo mucho más rustico. El taxista amablemente la ayudó a bajar su equipaje, ella le pagó & le dio las gracias, en irlandés. Una de las 2 palabras que sabía en esa lengua.

Entro al ‘hotel’, era mucho más bello por dentro. En el mostrador se encontraba una señora anciana que parecía ser muy simpática. Anne se registró, & se dirigió a su habitación. Estaba muy cansada. El viaje había sido muy largo. Durmió durante éste, pero obviamente había sido muy incómodo. No era muy tarde, pero quería dormir el resto del día & la noche entera.

Subió las escaleras, el cuarto asignado estaba en el segundo piso. No tardó mucho para encontrar su habitación. Entró & le pareció sencillo, pero igual hermoso. Una cama color beige, matrimonial. Río con demasiada ironía. Era acogedora. Vio por la ventana. Tenía una vista preciosa. Se veían todas las luces de la ciudad de Dublín.

Le entró la nostalgia. Hubiera deseado con toda su alma estar con Dylan, & se echó a llorar. Sabía que no debía, pero no lo podía evitar. Lo extrañaba, quería estar con él, perdonarlo. Pero.. ¿Dónde quedaba su dignidad como mujer? ¿Orgullo?. Se sentó en su cama, no podía dejar de llorar. Su casa se puso roja, como lo hacía cada vez que la morena lloraba. Le dolía muchísisisimo, no lo podría superar aún. En un segundo su vida cambió. ¿Cuánto tiempo llevaban viéndole la cara?. No quería ni saber, se sentía avergonzada & patética. Se llevó las manos a la cara. Lloraba estruendosamente. Tenía flashbacks rondando molestamente su cabeza. Sus intenciones eran reforzar su relación con Dylan, iba con demasiada ilusión de vivir algo nuevo en la vida de ambos.

No quiso seguirle dando más vueltas al asunto, se acordó de las palabras de Ashaali. Sonrió triste, & se quedó profundamente dormida.

• Capítulo 2; Volando lejos

Todavía tenía en la cabeza la imagen de ese par. Quería alejarse de ese lugar, porque todo, absolutamente TODO le recordaba a Dylan. ¡Como le hacia falta su madre! Ela sabría perfectamente que decir o hacer en ese momento. Sacudió su cabeza & se apoyó en el respaldo del asiento del carro. Miró por la ventana, estaban pasando por un parque que solía pasear con Dylan, sus ojos se humedecieron de nuevo, & pensó que no debía llorar más por él, pues a él no parecía haberle costado trabajo engañarla.

Fue a su departamento, acogedor. Agarró una maleta, & hecho ahí ropa. Desesperada, salió del departamento sin saber que jamás volvería a estar ahí de nuevo.

Se dirigió hacia el aeropuerto. Agarró su celular, & marcó.
-¿James?-limpiandose una lágrima- Sí, estoy bien, un mareo nadamás. ¿Me harías un favor?, estoy en el aeropuerto, saldré de emergencia del.. país. Porfavor, avísale a mi papá, & que no se preocupe. También ven por el carro, sí, ese, toma las llaves de repuesto. Gracias. -Cuelga-

Ahora que lo pensaba bien, Dylan a veces no la dejaba ser ella, sino ser quien él quería que ella fuera. Sabía que no tenía caso seguirle dando vueltas al mismo asunto. Su novio & su mejor amiga la habían traicionado & eso era un hecho. Se preguntaba que están haciendo esos dos en esos dos en ese momento.

Suspiró & entró. Hacía mucho que no iba por aquéllos rumbos. Se dirigió hacia una aerolinea.
-Buenos días..-Duda- Me podría dar un boleto para algún país lejano, muy lejano, porfavor? China, Japón.. Argelia?-dice Anne.
-Claro, señorita- responde amable la recepcionista-, ¿Me podría decir la fecha porfavor?
-Pues..-acomodando su cabello-, lo más pronto posible.
-Tenemos un vuelo en.. 15 minutos. Se dirige hacia Irlanda, ¿Lo quiere?-sonríe-
-¡Claro!. Muchas gracias.- Saca de su bolsa una tarjeta de crédito & paga.
Era un avión moderno, nuevo. Olía a limpio. Todavía estaba un poco hinchada de las lágrimas que había derramado. No había mucha gente en el avión. Le había tocado sola en su hilera de asientos. Pero todavía no debía cantar victoria. Su vuelo haría escalas en muchas partes del mundo así que en uno de esos podría toparse con alguien insoportable. O agradable.

Salió de ahí & el avión se dirigió hacia Nueva York. Ella vio la ciudad desde allá arriba. Era enorme, llena de luces. Aterrizó en aquélla luminosa ciudad. No era muy tarde, era la hora de la comida, así que en aquélla ciudad les dieron tiempo a los pasajeros de comer en el aeropuerto. No tenía mucha hambre, pero sabía que le esperaban otras horas más de vuelo, así que prefirió prevenir. Pensaba mucho sobre lo que había sucedido. Suspiraba.. aunque pensar era inúti. Anunciaron que los pasajeros de su vuelo volvieran al avión. Abordó de nuevo. Ahora le había tocado con una mujer joven, con aspecto hindú. Se sentó & le sonrió. -Soy Anne-, le dijo amablemente. “Ashaali”, respondió la otra mujer. “Lindo nombre.. es hindú, ¿cierto?” “Sí. Nací en la India, me dirijo hacia Europa” “Yo también”, dijo Anne.
-¿A sí? ¿A que lugar?- preguntó Ashaali.
-A Irlanda- dijo Anne.
-Yo a Londres..- dijo Ashaali & la miró fijamente. Ésta última se percató & le dijo “¿Está todo bien?”. La asiática le pregunto que si le pasaba algo, pues tenía los ojos llorosos. Anne no dudó en contarle todo, pues era más abierta con los desconocidos. Rápidamente se echó a llorar nuevamente, lo que hizo que su compañera de vuelo la abrazara. “No te preocupes, linda. Es mejor que te hayas dado cuenta pronto. Ese tipo no te supo valorar. Siéntete feliz de que ya no tendrás a un traicionero como pareja, ni a una zorra como amiga. Estás cerrando un ciclo en tu vida, reinicia. Yo me dirijo a Londres, pero como me dices, tú a Irlanda. He estado un par de veces allá. Te encantará. La vida te tiene preparadas varias sorpresas. No estés mal por él. Vive la vida, tal vez hay muchas, pero ahorita estás viviendo ésta, aprovéchala al máximo. Sé feliz & lucha contra las trabas que te tenga la vida”.

Anne sintió una alegría inmensa por las palabras dichas por Ashaali. “Gracias” es lo único que le pudo decir. Se sorprendió de la sabiduría de aquella mujer.

Lack recargó su cabeza sobre el hombro de Ashaali como si hubieran sido amigas de toda la vida. Fue cerrando sus ojos lentamente, vio que ya no era tan “temprano”, puesto que eran más horas allá. Pensó que había sido un día muy loco, & en efectivo, lo había sido. Se quedó dormida.