Su amor crecía día con día, cada vez se hacía más grande & fuerte.
2 meses más tarde, ya se conocían mucho más. Él le hablaba sobre su familia. Se entretenía ayudandole a la anciana del motel donde había estado a su llegada a Irlanda, & donde seguía siendo su 'hogar'. No ganaba mucho, pero le alcanzaba. Él decía que había heredado algo de dinero, lo suficiente para vivir toda su vida. Aún Anne no sabía porqué vivía tan alejado de la ciudad, en aquella pequeña cabaña entre un lago & un río, cerca el lugar donde se habían conocido. Apesar de que no era tan grande, era hermosa, aún más su vista.
Ese atardecer, caminaban juntos cerca de ahí. Bromeaban, ella contaba sus experiencias vergonzosas antes de conocerlo. Entonces, a él, le entró la curiosidad e impulsivamente le cuestionó:
-Anne, ¿Tú me amarías aunque fuera diferente?
-¿Diferente? ¿A qué te refieres?
-No, nada.. -se arrepiente. Pero vuelve a preguntar.
-Anne.. ¿Qué opinas sobre lo que quieren hacerle a los duendes?- dijo curioso.
Ella se sorprendió un poco & le contesto:
-¿Lo de matarlos, algo así? Esos hombrecillos bajos no existen-rió burlona. La cara de Connor se endureció.
-Deberías empezar a creer-serio
La chica, en tono de broma, le agrega:
-¡¿Qué?! ¿Para? ¿Acaso tú eres un duende?-ríe
Connor suspira & aún más tenso, le contesto
-Sí. Dehecho sí- contestó, con cierto grado de amargura, cosa que Anne notó.
-Desde hace mucho deje de creer en cuentos bobos- lo mira fijamente.
La furia de él crecia, pero intentó disminuirla.
-¿Ves este collar?- le enseña aquél brillante collar, que había visto cuando lo conoció. Anne se quedó mirandolo fijamente por unos segundos, era en forma de trébol, con la letra 'C', estaba confundida. Connor lo oculto.
-Eso no prueba nada..-dijo tartamudeando aquélla incredula.
Su 'novio' se impaciento.
-Éste collar hipnotiza a los humanos, mantiene sus miradas dijas en él. Soy un duende, Anne- dijo sincero
-Perdón, pero todo esto suena tan.. ¿estúpido?- dijo sus pensamientos en voz alta
Connor se ofendió un poco, pero se mantuvo.
-Sí, talvez soy un estúpido- puso su mano detrás de la oreja de ella & sacó una planta. Era un trébol de 3 hojas. Ella lo miraba sin dar crédito.
-¿Cómo.. haces.. eso?- dijo dificilmente
-Soy un duende, Anne-
Ella se lleva las manos a su cara, empezando a temblar. Se había enamorado.. de un duende. No suo que hacer, sus lágrimas ya se deslizaban por sus mejillas, dió media vuelta & corrió. Fue su reacción. Connor quizo detenerla, pero estaba ahí, congelado, sin habla. ¿Enserio era tan malo ser un duende, tanto que su país de origen los quiere exterminar, & peor aún, que una chica salga huyendo llena de pánico?
Sin nada más, las lágrimas también querían invadir el rostro de él, pero se resistió.
Ahora, su amor se había ido & no sabía si la volvería a ver.. pero el no la buscaría. No se iba a arriesgar. Prefería perderla así, a arriesgarla. Él, dió la media vuelta & se fue por su lado. Se sentía destrozado, ella también.
Diario, Connor visitaba el lugar donde se habían conocido. Anne estaba confundida, & después se sintió una estúpida.
Después de 6 días de tremenda confesión, Anne puso sus pensamientos en orden. Lo amaba, & MUCHO como para perderlo. Él la había hecho felíz otra vez. Gracias a él, había vuelto a creer, que en algún del mundo hay alguien esperandote para ser solamente uno, para correr juntos de la mano como dos niños felices, enamorados, sin la preocupación de lo que pasará mañana. Así se sentía ella. Él había entrado en su vida como un milagro & no iba a dejarlo ir. Si su vida es junto a él, sería felíz eternamente. Decidió ir a buscarlo. Se puso lo primero que encontró & salió.
domingo, 5 de julio de 2009
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