sábado, 13 de junio de 2009

• Capítulo 2; Volando lejos

Todavía tenía en la cabeza la imagen de ese par. Quería alejarse de ese lugar, porque todo, absolutamente TODO le recordaba a Dylan. ¡Como le hacia falta su madre! Ela sabría perfectamente que decir o hacer en ese momento. Sacudió su cabeza & se apoyó en el respaldo del asiento del carro. Miró por la ventana, estaban pasando por un parque que solía pasear con Dylan, sus ojos se humedecieron de nuevo, & pensó que no debía llorar más por él, pues a él no parecía haberle costado trabajo engañarla.

Fue a su departamento, acogedor. Agarró una maleta, & hecho ahí ropa. Desesperada, salió del departamento sin saber que jamás volvería a estar ahí de nuevo.

Se dirigió hacia el aeropuerto. Agarró su celular, & marcó.
-¿James?-limpiandose una lágrima- Sí, estoy bien, un mareo nadamás. ¿Me harías un favor?, estoy en el aeropuerto, saldré de emergencia del.. país. Porfavor, avísale a mi papá, & que no se preocupe. También ven por el carro, sí, ese, toma las llaves de repuesto. Gracias. -Cuelga-

Ahora que lo pensaba bien, Dylan a veces no la dejaba ser ella, sino ser quien él quería que ella fuera. Sabía que no tenía caso seguirle dando vueltas al mismo asunto. Su novio & su mejor amiga la habían traicionado & eso era un hecho. Se preguntaba que están haciendo esos dos en esos dos en ese momento.

Suspiró & entró. Hacía mucho que no iba por aquéllos rumbos. Se dirigió hacia una aerolinea.
-Buenos días..-Duda- Me podría dar un boleto para algún país lejano, muy lejano, porfavor? China, Japón.. Argelia?-dice Anne.
-Claro, señorita- responde amable la recepcionista-, ¿Me podría decir la fecha porfavor?
-Pues..-acomodando su cabello-, lo más pronto posible.
-Tenemos un vuelo en.. 15 minutos. Se dirige hacia Irlanda, ¿Lo quiere?-sonríe-
-¡Claro!. Muchas gracias.- Saca de su bolsa una tarjeta de crédito & paga.
Era un avión moderno, nuevo. Olía a limpio. Todavía estaba un poco hinchada de las lágrimas que había derramado. No había mucha gente en el avión. Le había tocado sola en su hilera de asientos. Pero todavía no debía cantar victoria. Su vuelo haría escalas en muchas partes del mundo así que en uno de esos podría toparse con alguien insoportable. O agradable.

Salió de ahí & el avión se dirigió hacia Nueva York. Ella vio la ciudad desde allá arriba. Era enorme, llena de luces. Aterrizó en aquélla luminosa ciudad. No era muy tarde, era la hora de la comida, así que en aquélla ciudad les dieron tiempo a los pasajeros de comer en el aeropuerto. No tenía mucha hambre, pero sabía que le esperaban otras horas más de vuelo, así que prefirió prevenir. Pensaba mucho sobre lo que había sucedido. Suspiraba.. aunque pensar era inúti. Anunciaron que los pasajeros de su vuelo volvieran al avión. Abordó de nuevo. Ahora le había tocado con una mujer joven, con aspecto hindú. Se sentó & le sonrió. -Soy Anne-, le dijo amablemente. “Ashaali”, respondió la otra mujer. “Lindo nombre.. es hindú, ¿cierto?” “Sí. Nací en la India, me dirijo hacia Europa” “Yo también”, dijo Anne.
-¿A sí? ¿A que lugar?- preguntó Ashaali.
-A Irlanda- dijo Anne.
-Yo a Londres..- dijo Ashaali & la miró fijamente. Ésta última se percató & le dijo “¿Está todo bien?”. La asiática le pregunto que si le pasaba algo, pues tenía los ojos llorosos. Anne no dudó en contarle todo, pues era más abierta con los desconocidos. Rápidamente se echó a llorar nuevamente, lo que hizo que su compañera de vuelo la abrazara. “No te preocupes, linda. Es mejor que te hayas dado cuenta pronto. Ese tipo no te supo valorar. Siéntete feliz de que ya no tendrás a un traicionero como pareja, ni a una zorra como amiga. Estás cerrando un ciclo en tu vida, reinicia. Yo me dirijo a Londres, pero como me dices, tú a Irlanda. He estado un par de veces allá. Te encantará. La vida te tiene preparadas varias sorpresas. No estés mal por él. Vive la vida, tal vez hay muchas, pero ahorita estás viviendo ésta, aprovéchala al máximo. Sé feliz & lucha contra las trabas que te tenga la vida”.

Anne sintió una alegría inmensa por las palabras dichas por Ashaali. “Gracias” es lo único que le pudo decir. Se sorprendió de la sabiduría de aquella mujer.

Lack recargó su cabeza sobre el hombro de Ashaali como si hubieran sido amigas de toda la vida. Fue cerrando sus ojos lentamente, vio que ya no era tan “temprano”, puesto que eran más horas allá. Pensó que había sido un día muy loco, & en efectivo, lo había sido. Se quedó dormida.

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